Cambiar la calefacción central por la individual

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El cambio de la calefacción central a la individual puede suponer un importante ahorro para los usuarios que no consuman mucho gas natural, ya sea porque no están mucho tiempo en la vivienda o porque son pocas personas en casa.

Desde principios de 2017, medir el consumo individual de calefacción de cada vecino es obligatorio, por lo que todas las comunidades de vecinos de edificios deben hacer, al menos, el cambio a una calefacción que combine la caldera central con equipos de medición individuales.

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Calefacción central vs. calefacción individual

Tomar la decisión sobre si tener calefacción central o individual en una vivienda situada en un edificio es una de las que más influyen en el futuro consumo y posible ahorro en las facturas del gas.

La calefacción central es aquella que se utiliza para surtir de agua caliente sanitaria y calefacción a toda la comunidad de vecinos. Por ella se paga un precio fijo que se divide entre el número de viviendas total, independientemente del consumo que haga cada una.

La calefacción individual, por su parte, es la que está instalada en una única vivienda con el objetivo de proporcionarle agua caliente sanitaria y calefacción. En este caso, la persona que habite en la vivienda es la única responsable del mantenimiento y pago del suministro que se haga.

 

Cada una de estas opciones tiene sus ventajas e inconvenientes y, en muchas ocasiones, no son tenidas lo suficientemente en cuenta como para decidir con criterio.

Si bien es cierto que no en todos los casos se puede decidir sobre el tipo de calefacción que se puede tener en casa, conocer las posibilidades existentes puede abrirnos la puerta a futuros cambios que nos permitan hacer un consumo más eficiente mientras ahorramos en la factura energética, sin renunciar al confort del calor en casa durante los meses más fríos.

Ventajas y desventajas de la calefacción central

La calefacción central es de las más comunes en los edificios españoles. Habitualmente, estas calderas utilizan gasóleo o gas propano para proporcionar agua caliente sanitaria y calefacción a todas las viviendas del inmueble. Estos dos tipos de suministro no son los más ecológicos, pero el bajo coste que supone su compra en grandes cantidades hizo que se expandieran rápidamente durante varias décadas.

 Ventajas de la calefacción central

  • El coste del suministro es más bajo porque se contrata en gran cantidad.
  • El importe a pagar por cada vivienda compensa a las familias con más integrantes que, por ende, harán más consumo de agua caliente, por ejemplo.
  • El gasto en mantenimiento de la instalación también es menor, ya que se reparte entre todos los vecinos.
  • Goza de un buen rendimiento porque no se enciende y apaga constantemente.
  • No hace falta regular los termostatos porque la cantidad a pagar por la calefacción es fija.
  • Es más segura en el ámbito doméstico, ya que la caldera central se encuentra ubicada en un cuarto comunitario con buena ventilación y dedicado únicamente a ella.

 Desventajas de la calefacción central

  • Los vecinos no pueden decidir el horario en el que se conecta la calefacción, que puede no coincidir con las horas en las que están en casa.
  • La calefacción central hay que pagarla siempre, aunque estemos fuera de casa o sea una segunda residencia donde estemos poco tiempo al año.
  • El importe a pagar no se corresponde con el gasto real de cada vecino, sino por la compra del suministro energético necesario para hacer funcionar la caldera de acuerdo a la demanda.
  • Si la caldera se estropea, todo el edificio se queda sin suministro de agua caliente y calefacción.
  • El derroche de energía es mayor porque calienta habitaciones y viviendas aunque se encuentren vacías.

Ventajas y desventajas de la calefacción individual

La calefacción individual es la opción más habitual entre las viviendas de nueva construcción o reformadas. Estas permiten controlar de primera mano el consumo de cada vecino, de forma que puedan adaptarlo perfectamente a sus necesidades.

Los sistemas de calefacción individual permiten elegir el tipo de suministro energético que más nos compense. No obstante, en cuanto a términos de ahorro energético y económico, la mejor opción es la calefacción por gas natural.

 Ventajas de la calefacción individual

  • Cada vivienda paga únicamente por el consumo que realiza, de forma que en viviendas deshabitadas o con pocos integrantes se puede ahorrar bastante en la factura.
  • Cada vecino puede poner la calefacción durante el tiempo que considere oportuno.
  • Se puede encender libremente a las horas que sean necesarias.
  • A la hora de encenderla, se puede elegir en qué estancias conectar la calefacción y en cuáles no, ahorrando así en el gasto de energía y de dinero.
  • Permite regular a qué temperatura exacta queremos que funcione la calefacción.
  • Evita problemas comunitarios por el gasto excesivo de unos vecinos frente a otros.

 Desventajas de la calefacción individual

  • En viviendas con muchos integrantes, el importe por el suministro de gas será mayor que con la calefacción central.
  • Los gastos de mantenimiento corren a cargo únicamente de la vivienda en la que esté situada la caldera
  • Es necesario tener un espacio destinado a la colocación de la caldera.
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  • Puede ser un hándicap a la hora de arrendar una vivienda, ya que los inquilinos pueden ver en el pago de la calefacción un sobrecoste en el alquiler.
  • Si el edificio no tiene acceso al gas natural, habría que pagar el suministro de propano o gasoil de forma individualizada, o, en su defecto, utilizar calefactores eléctricos, abultando el importe de la factura energética en gran medida

¿Cómo cambiar la calefacción central por calefacción individual?

Cambiar la calefacción central por calefacción individual ya no sólo es una necesidad, sino una obligación para todas las comunidades de vecinos.

A día de hoy, el parque de calderas de gasoil debe ser renovado por otras más eficientes y limpias para el medio ambiente por indicación del Gobierno.

Además, en pos de un consumo más responsable, las comunidades de vecinos deben hacer los cambios pertinentes para que cada vivienda comience a pagar el importe de su propio consumo. De esta forma, se prevé reducir el derroche energético, con lo que ello supone para la industria y el medio ambiente.

Para llevar a cabo el cambio de la calefacción central por la individual se puede elegir entre combinar la calefacción central con contadores individuales o descentralizar por completo la calefacción e instalar una caldera individual en cada una de las viviendas.

En ambos casos, para tomar la decisión es preciso que estén de acuerdo tres quintos del total de vecinos con derecho a voto, y que su aportación económica al conjunto de la comunidad sea también de tres quintas partes.

Combinar la calefacción central con el consumo individual

La opción de combinar la calefacción central con la individual implica disfrutar de las ventajas de uno y otro sistema a la vez.

Por un lado, se evita la reforma del sistema de calefacción, que supone un desembolso importante para los vecinos. Por otro, se puede regular el consumo según lo que necesita cada vecino, de forma que pueda controlar la temperatura, las horas de encendido, etc.

Para poder medir el consumo de cada vivienda es necesario instalar calorímetros o repartidores de costes de calefacción.

Los calorímetros o contadores de energía se utilizarán cuando la instalación del edificio sea en anillo. Estos aparatos miden la temperatura del agua de entrada y de retorno y la cantidad de agua que regresa, de forma que pueda calcular la energía en kWh consumida por la vivienda.

En caso de que la instalación de la calefacción central sea en columna, habrá que instalar repartidores de costes en cada radiador. Este aparato mide la diferencia de temperatura entre la del radiador y la de la habitación.

Cuanto mayor sea la temperatura del radiador, el aparato entenderá que la calefacción está encendida. Y si la diferencia con la temperatura ambiente es muy alta, significará que el radiador deberá hacer más esfuerzo por calentar la estancia.

Junto con la instalación de los repartidores de costes hay que colocar válvulas termostáticas que permitan regular la temperatura de los radiadores a la deseada por el usuario.

Con la calefacción combinada central-individual cada vecino deberá pagar un importe fijo por el mantenimiento de la caldera y otro variable según su propio consumo. En este sentido, es necesario analizar si continúa compensando utilizar la calefacción central de esta forma.

Desconectarse de la calefacción central

Descentralizar la calefacción supone desconectarse de la calefacción central y pasar al suministro individual de gas y agua caliente sanitaria. De esta forma, cada vecino es libre de regular como desee su consumo de calefacción: elegir la temperatura en cada momento, programar las horas de encendido y desconexión, uso del agua caliente...

El proceso de descentralización de la calefacción puede llevarse a cabo de dos formas, según el tipo de instalación que tenga la calefacción central a transformar:

 Cambio en instalación en anillo

El cambio de calefacción central a individual en las instalaciones en anillo es muy sencillo. En este caso tan sólo será necesario hacer la obra de instalación de la caldera elegida en cada una de las viviendas, conectándola directamente al circuito de radiadores de calefacción que le corresponda a la vivienda.

De esta forma se respetan los radiadores que ya existen en la vivienda y no hay que hacer más que instalar un contador individual de gas junto a la caldera.

 Cambio en instalación en columna

Para cambiar el tipo de calefacción en una instalación central en columna es preciso realizar primero un cambio hacia una instalación en anillo. Si la instalación es en columna significa que los radiadores de todo el edifico están unidos verticalmente, por lo que los circuitos de radiadores de cada vivienda no son independientes ni están conectados entre sí unos con otros.

Una vez hecha esta obra de reconducción de las tuberías de unos radiadores a otros, se procederá a la instalación de la caldera y el contador de gas individual.

¿Qué caldera es la mejor para la calefacción?

Si la opción elegida para cambiar a calefacción individual es la descentralización total, cada vecino deberá elegir qué caldera de gas instalar en su vivienda.

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Las calderas de gas natural pueden ser de varios tipos, dependiendo del tipo de suministro que surten, la expulsión de humos o la acumulación de agua caliente. Teniendo en cuenta que en este caso hablaremos de calderas mixtas, que pueden ofrecer tanto agua caliente como calefacción, podemos clasificarlas como:

  1. Estancas: son calderas que realizan la combustión del gas en una cámara cerrada herméticamente y expulsa los gases resultantes por un conducto con la ayuda de un ventilador.
  2. Atmosféricas: que utilizan el oxígeno de la habitación para hacer la combustión del gas. Desde el año 2010 no pueden ser instaladas, pero se pueden mantener en las viviendas que ya estén.
  3. Tiro forzado: son calderas similares a las atmosféricas, pero incluyen un ventilador que les permite evacuar los gases resultantes de la combustión.
  4. Bajo NOx: estas calderas reducen la formación de óxidos nitrosos (NOx) durante la combustión del gas gracias a la reducción de la temperatura de combustión o por condensación.
  5. Condensación: estas calderas utilizan el calor de condensación de los gases que se obtiene con la combustión para continuar trabajando. Gracias a ello, necesitan quemar menos cantidad de gas para producir la misma energía calorífica. Estas calderas incorporan un tubo de desagüe para recoger el agua de condensación que se produce.
  6. Con microacumulación: es decir, la propia caldera tiene un pequeño depósito en su interior que mantiene una determinada cantidad de agua caliente acumulada, de forma que al abrir un grifo no salga agua fría.
  7. Sin microacumulación: que no tienen ningún tipo de depósito destinado a mantener una porción de agua caliente.

Las calderas de condensación son las más eficientes y gastan menos. Además, son más seguras y menos contaminantes para el medio ambiente. Por esta razón, muchos de los Planes Renove de calderas de gas están destinados al cambio de las calderas convencionales por calderas de condensación.

Estas subvenciones supone una importante ayuda económica para quienes la vayan a cambiar, ya que estas calderas suelen ser más caras que las demás. No obstante, es una inversión que se amortiza en el medio plazo, ya que con las calderas de condensación se puede ahorrar hasta el 30% en las facturas del gas.

 ¿Qué tarifa de gas natural elegir?

Al descentralizar la calefacción, cada vecino pasa a ser responsable total del gasto y mantenimiento de su caldera y de su circuito de calefacción. Por esta razón, es conveniente aprovechar el momento del cambio para comparartarifas de gas natural y elegir la que mejor se adapte a nuestras necesidades de consumo.

Actualmente existen tarifas y ofertas específicas para calefacción, así como tarifas duales de luz y gas que ayudan a ahorrar en la factura energética aunando el suministro eléctrico y de gas natural.

¿Cuánto cuesta cambiar la calefacción central por la individual?

El precio por cambiar la calefacción central a individual dependerá del tipo de modificación que se haga y del equipamiento necesario para llevarlo a cabo.

La opción de la calefacción combinada es más económica. Si bien la instalación de los aparatos necesarios para el control del consumo individual correrá por cuenta de cada vecino -a no ser que se decida lo contrario en junta-, el desembolso total por los equipos de medición no debe superar los 200 euros.

En caso de que los vecinos quieran aprovechar el momento para cambiar la caldera de gas comunitaria, los vecinos deberán abonar el importe correspondiente por separado.

Por su parte, la descentralización de la calefacción por completo supone una inversión mayor. En este caso los factores que influirán en el presupuesto son:

  1. El tipo de instalación central del edificio: si hay que hacer el cambio de la instalación en columna a anillo habrá que pagar más por la obra.
  2. La caldera que se adquiera para la instalación individual: las más recomendadas son las calderas de condensación, ya que ahorran hasta un 30% en el consumo de gas natural. Sin embargo, éstas son las más caras, y su precio ronda los 1.000€.
  3. El cambio de los radiadores: si, junto con el cambio de la instalación, se decide renovar los radiadores, habrá que sumar el coste de estos aparatos al presupuesto total.

¿Quién puede cambiar la calefacción del edificio?

Para realizar el cambio de la calefacción del edificio es preciso contactar con una comapañía de instalaciones de gas natural. Es importante que antes de optar por una u otra se comparen los presupuesto y las ofertas que tienen por la inclusión de determinados servicios. Es el caso, por ejemplo, de algunas comercializadoras de gas natural, que pueden ofrecer ventajas en la tarifa del gas una vez se haya procedido a la individualización del sistema de calefacción.

Una vez realizado el cambio en la instalación, será necesario que la empresa encargada de la obra emita un certificado de la instalación del gas que corrobore el buen estado y buen funcionamiento tanto de la instalación como de la caldera y los radiadores.

En un futuro, esta misma empresa podrá ser la encargada de realizar las revisiones periódicas de la caldera y la inspección obligatoria del gas si así lo desea el cliente.