Válvula termostática para el radiador: la llave del ahorro
La solución para ahorrar en calefacción sin invertir grandes cantidades de dinero consiste en instalar una válvula termostática en cada radiador para controlar que la calefacción no sobrepase la temperatura de confort.
¿Qué es una válvula termostática?
Las válvulas termostáticas para radiadores son cabezales que se sitúan en la entrada de agua de los radiadores de calefacción para regular la temperatura de una estancia. Se trata de un mecanismo de control que fomenta la eficiencia energética y el ahorro en hogares y locales con calefacción de gas.
La instalación de dispositivos para limitar la temperatura de los radiadores es obligatoria desde la aprobación del Real Decreto 1218/2002, en noviembre de 2002.
La ley afirma que la temperatura del agua de las "instalaciones de calefacción dotadas de radiadores" debe ser controlada mediante la instalación de válvulas termostáticas que regulen el flujo del agua caliente en función de la temperatura de la estancia en la que están instalados los radiadores. Las únicas excepciones son los radiadores situados en "aseos, cuartos de baño, cocinas, vestíbulos y pasillos".
Lo más notable de estos cabezales es que detectan la temperatura de la estancia. Así, si el usuario ha fijado la temperatura de confort en 21ºC y la habitación donde se encuentra el radiador llega a esa cifra, la válvula se cierra, impidiendo que el agua caliente caldee el radiador. Cuando la temperatura externa se sitúa por debajo de lo deseado, se abre de nuevo.
No debes confundirlas con las válvulas manuales, que permiten al usuario abrir y cerrar los radiadores a su antojo. Los cabezales termostáticos se diferencian por los números que hay inscritos alrededor de su circunferencia, que usualmente van del 1 al 5.
Cada uno de los números inscritos en el cabezal se corresponde con una temperatura diferente, aunque la equivalencia varía en función del fabricante. Sin embargo, los grados que corresponden a cada número suelen ser los siguientes:
- 1 = 14ºC
- 2 = 18ºC
- 3 = 21ºC
- 4 = 23ºC
- 5 = 25ºC
También existen electroválvulas para calefacción, o válvulas electrónicas, que limitan la temperatura bien mediante un pequeño visor electrónico, bien a través del teléfono móvil, mediante la conexión wifi.
| Dispositivo | Conectividad wifi | Gama | Precio |
|---|---|---|---|
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Honeywell Home T5019W0 
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No | Básica | Ver precio |
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Tellur Smart 
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Sí | Alta | Ver precio |
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Netatmo 
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Sí | Alta | Ver precio |
¿Para qué sirve instalar una válvula termostática en un radiador?
Colocar una válvula termostática en un radiador permite, principalmente, adaptar nuestro hogar a los estándares de eficiencia energética actuales, que exigen la toma de medidas para llegar a temperaturas agradables para los usuarios sin que esto suponga un derroche de energía.
La utilización de este tipo de llaves de paso nos permite avanzar en la dirección del confort térmico. Tras instalarlas, la temperatura de nuestro hogar deja de depender de los parámetros de la caldera, porque esta comienza a funcionar obedeciendo a las circunstancias externas. Así, evitamos las temperaturas excesivas y los picos en el consumo.
Si el consumo eléctrico se reduce también disminuye el gasto en energía. Teniendo en cuenta que una vivienda española consume de media 5.281 kWh al año solo con la calefacción, que el precio del gas natural está en torno a los 0,07 €/kWh y que un regulador de energía puede suponer un ahorro de entre el 10% y el 20%, el impacto en las facturas sería el siguiente:
| Tipo de regulación | Consumo de calefacción | Gasto en calefacción | Ahorro anual |
|---|---|---|---|
| Sin regulación de temperatura | 5.281 kWh | 370 € | - |
| Con regulación media | 4.753 kWh | 333 € | 10% |
| Con mucha regulación | 4.244 kWh | 297 € | 20% |
Estas son las ventajas de poner una válvula termostática en un radiador
Desde que empezara la crisis energética, a principios de 2022, una de las preguntas que más se ha repetido es «¿Cómo puedo ahorrar en la factura del gas?». Por los periódicos, los telediarios y la web han circulado cientos de consejos: desde reducir un par de grados la temperatura de la calefacción hasta invertir en energías renovables.
Y, sin embargo, una de las formas más sencillas y efectivas de ahorrar en calefacción consiste en poner una válvula termostática en cada radiador; una pequeña acción con enormes beneficios:
- Ahorro energético: los expertos consideran que la instalación de este accesorio puede suponer un ahorro del 20% en el consumo de gas natural.
- Adaptación a las necesidades del usuario: al colocar este cabezal podemos cerrar el paso de agua de los radiadores situados en habitaciones vacías.
- Adaptación al entorno: los factores que influyen en la temperatura de una habitación son muchos, y no todos tienen que ver con la calefacción; el número de personas que hay en un cuarto, la incidencia del sol, el número de las ventanas y la orientación de la estancia provocan variaciones en la temperatura. Gracias a estos dispositivos podemos medir la temperatura de un determinado espacio y regular el flujo de calefacción en función de lo que ocurre en el exterior, y no solo en el interior del circuito de calefacción.
- Temperatura de confort: si dejamos encendido durante mucho tiempo un sistema de calefacción al uso es fácil alcanzar una temperatura demasiado elevada. Por suerte, la capacidad de la válvula de medir la temperatura externa hace que el agua caliente deje de circular cuando llegamos a la temperatura de confort y que vuelva a hacerlo en cuanto esta disminuye.
- Respeto al medioambiente: si adaptamos el uso de la calefacción a nuestras necesidades la caldera solo realiza la combustión cuando es necesario y, por lo tanto, se reducen las emisiones de gases contaminantes.
- Mayor comodidad: algunos modelos electrónicos pueden controlarse a través de la red y permiten encender la calefacción incluso antes de llegar a casa, para disfrutar del máximo confort en todo momento.
Instalación de una válvula termostática en un radiador paso a paso
El proceso para instalar una llave termostática en un radiador es el siguiente:
- En primer lugar, es necesario vaciar el circuito de radiadores: utiliza un destornillador para abrir tanto la válvula de vaciado del circuito de calefacción como la llave de purga del radiador instalado a más altura y deja que salga el agua.
- Una vez haya salido todo el agua, utiliza una llave inglesa para aflojar la tuerca situada entre el radiador y el regulador de control manual.
- Usando la misma llave inglesa, desenrosca la tuerca que une la antigua válvula al circuito de tuberías de la calefacción y sepárala.
- Si es necesario sustituir el racor (la pieza hexagonal que sirve para empalmar el regulador manual con la tubería), cubre la tuerca del nuevo con pasta de estanqueidad y estopa antes de cambiarlo, para que soporte la presión del circuito.
- Fija la nueva válvula al radiador.
- Por último, es necesario llenar de nuevo el circuito de calefacción y purga los radiadores para asegurarte de que todo funciona a la perfección.
Preguntas frecuentes sobre las válvulas termostáticas para radiadores
¿Existen válvulas termostáticas para calefacción central?
Sí y, de hecho, son una buena forma de regular el consumo de calefacción en las comunidades de vecinos. Teniendo en cuenta que en invierno la calefacción central suele encenderse por la mañana y apagarse por la noche, las válvulas termostáticas pueden cerrar el paso de agua en aquellas viviendas que estén vacías durante cierta parte del día para reducir el consumo de calefacción al mínimo necesario y evitar pérdidas de calor.
¿Cuál es el precio de una válvula termostática?
Los reguladores de calefacción termostáticos son dispositivos muy baratos, cuyo precio oscila entre los 5 € y los 100 €, en función de sus prestaciones. Los modelos más caros son las electroválvulas con conexión wifi, mientras que los más baratos tan solo permiten regular la temperatura de forma manual.