Calefacción central: normativa sobre individualizar el consumo
Te contamos cómo es la nueva normativa sobre la calefacción central, porqué hay que individualizar el consumo, las opciones que existen y cuánto cuestan.
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Calefacción central, ¿es obligatorio individualizar el consumo?
Sí, es obligatorio individualizar el consumo en los edificios con calefacción central. El Gobierno aprobó en 2020 el Real Decreto 736/2020, de 4 de agosto por el que se regula el consumo individual en las comunidades que disponen de calefacción central.
Esta normativa pretende acabar con el mal reparto del coste que los vecinos pagan por la calefacción, ya que el consumo es desigual pero el pago es el mismo. Es decir, hay vecinos que consumen mucho más que otros pero acaban pagando lo mismo en la factura de gas de la comunidad.
¿En qué consiste la normativa del Gobierno sobre la calefacción central?
Este decreto hace que las comunidades de vecinos con sistemas de calefacción central que no tienen sistemas de contabilización individuales tengan que instalar unos. Puede ser mediante la instalación de contadores individuales de calefacción central o de repartidores de costes de calefacción.
¿A quién afecta esta normativa sobre la calefacción central?
A todos los edificios que teniendo calefacción central no cuentan con un sistema de contabilización individualizado. Son edificios construidos antes de 1998, ya que en esta fecha se aprobó el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) y obligaba a instalar un método de contabilización individual.
¿Qué plazos hay para cumplir la normativa sobre la calefacción central?
Las viviendas tienen como fecha límite el 1 de mayo de 2023 para instalar sistemas de medición individual en instalaciones de calefacción central.
¿Qué instalar, repartidores de costes o contadores individuales?
La ley establece que siempre que sea técnica y económicamente posible se deben instalar contadores individuales, ya que reflejan el consumo real de forma exacta. En caso contrario se pueden instalar repartidores de costes.
¿Quienes no están obligados a cumplir la normativa sobre la calefacción central?
- Viviendas con calefacción central que ya disponen de sistema de contabilización individual
- Viviendas situadas en las zonas de las islas, zona de Levante, Guadalquivir, Ceuta y Melilla (Zonas A y B del mapa)
- Cuando el plazo de amortización de la inversión es mayor a cuatro años
- Si la instalación térmica del edificio es de tipo monotubo en serie
¿Cómo individualizar el consumo de la calefacción central?
En un edificio con calefacción central el coste derivado de la calefacción se puede dividir en tres aspectos:
- Mantenimiento
- Consumo de gas para calentar zonas comunes
- Consumo de gas para calentar cada vivienda
De estos tres, el único que se puede individualizar es el consumo de gas de cada vivienda, el resto se seguiría pagando en la cuota comunitaria en función del coeficiente de propiedad.
El coeficiente de propiedad es un valor porcentual que fija el constructor del edificio a cada vivienda o local en función del tamaño de cada uno, sumando entre todos ellos el 100%.
¿Qué sistemas hay para individualizar el consumo?
Existen dos mecanismos para individualizar el consumo de cada vivienda en un edificio con calefacción central: contadores individuales o repartidores de costes. En función del tipo de instalación que tiene el edificio se puede instalar uno u otro:
Cuando la instalación de gas está hecha en anillo se pueden instalar ambos sistemas, ya que cada vivienda cuenta con su circuito propio de tuberías, pudiendo instalar un contador a la entrada de la tubería a la vivienda o un repartidor de costes en cada radiador.
Cuando la instalación está hecha en columnas solo se pueden poner los repartidores de costes, ya que las tuberías de la calefacción suben en vertical por el edificio, conectando los radiadores de calefacción de una vivienda con los de la que está arriba, y así hasta llegar al último piso. Esto imposibilita colocar un contador, haciendo que la única posibilidad de individualizar el consumo sean los repartidores de costes.
¿Qué poner, contadores individuales o repartidores de costes?
Cuando la instalación es en anillo, surge la duda de qué mecanismo instalr, ya que cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. Por ello, vamos a mostrarlos a continuación:
Repartidores de costes
Los repartidores de costes de calefacción son dispositivos que se colocan en cada radiador para estimar su consumo individual. Esto lo consiguen midiendo la temperatura del radiador y la del ambiente y, mediante un algoritmo, calcular el consumo.
Cuando son radiadores simples se coloca un aparato que mide las dos temperaturas (radiador y ambiente), pero cuando el radiador está tapado por un cubrerradiadores, cortinas o muebles) es necesario instalar dos aparatos, uno para medir la temperatura del radiador y una sonda para medir la temperatura ambiente.
El consumo de calefacción global de la vivienda se obtiene sumando el consumo individual de cada radiador.
Ventajas y desventajas de los repartidores de costes
- Se instalan fácilmente
- No requieren actuación en la instalación general de calefacción
- Cuestan poco
- Miden el consumo de forma poco precisa
- Se manipulan con facilidad
Contadores individuales de calefacción central
Los contadores son dispositivos que se colocan fuera de la vivienda, concretamente en la tubería de entrada de calefacción al piso.
En la tubería de entrada se coloca un caudalímetro que mide el caudal de agua caliente que entra a la casa, una sonda que mide la temperatura del agua y una electroválvula para cortar o abrir la entrada del agua. En la tubería de salida se coloca una sonda que mide la temperatura.
Teniendo en cuenta todos estos datos, el contador puede determinar de forma muy precisa la cantidad de kWh consumidos en la vivienda, haciendo que sea un sistema mucho más fiable.
Ventajas y desventajas de los contadores individuales
- Son muy precisos
- No son manipulables
- Es necesaria una actuación importante en las tuberías para instalarlos
¿Cómo controlar el consumo dentro de las viviendas?
Para controlar el consumo en la vivienda existen dos opciones manuales y dos automáticas:
Mecanismos manuales:
- Si hay repartidores de costes basta con cerrar los radiadores
- Si hay contador hay que cerrar la entrada de calefacción en el armario de regulación
Mecanismos automáticos:
- Si hay repartidores de costes mediante una válvula termostática instalada en el radiador
- Si hay contador mediante el termostato asociado a la electroválvula de la tubería
¿Cuánto consumo destinar a las zonas comunes y cuánto a las viviendas?
Sabiendo que hay dos tipos de consumo: uno común y otro individual, hay que acordar cuánto consumo se destina a las zonas comunes y cuánto a las viviendas. Según el Real Decreto 736/2020, el Ministerio de Transición Ecológica recomienda situar el gasto destinado al consumo de las viviendas entre el 60 y 75% del coste total, quedando entre el 25 y el 40% para el gasto de zonas comunes y mantenimiento.
Esos valores dependen de cada edificio, pero supongamos que en el edificio requiere un 35% para zonas comunes y un 65% para consumo individual.
- El 35% se pagaría con la cuota de la comunidad en función del coeficiente de propiedad.
- El 65% restante lo abonaría cada vecino en su recibo individualizado en función de su propio consumo (aunque se generan recibos individuales, estos van a parar a la comunidad, que es quien paga la totalidad del gas en una única factura).
Calefacción central: simulación de cuotas al individualizar el consumo
El siguiente ejemplo está basado en un estudio real de un bloque de 25 vecinos con calefacción central situado en Madrid en el que se realizó un individualización de consumo mediante contadores individuales.
Presupuesto anual sin consumo individualizado: 297.000 kWh
Presupuesto anual con consumo individualizado: 962.815 kWh * 0,15 €/kWh + IVA = 174.751 €
De esos 174.751 €, el 35% va destinado a zonas comunes y el 65% al consumo individual de cada vivienda:
- Calefacción viviendas = 113.588 €
- Zonas comunes + mantenimiento = 61.162 €
- Total = 174.751 €
El presupuesto anual de cada vecino depende de su coeficiente de propiedad. Para entenderlo vamos a poner dos ejemplos, uno de un vecino que tiene un 5% y otro que tiene un 3% de coeficiente de propiedad.
Vecino con 5% de coeficiente de propiedad
- Cuota sin individualización de consumo = 297.855 € * 0,05 / 12 meses = 1.241 €/mes
- Cuota con individualización de consumo = 174.751 € * 0,05 / 12 meses = 728 €/mes
Vecino con 3% de coeficiente de propiedad
- Cuota sin individualización de consumo = 297.855 € * 0,03 / 12 meses = 744 €/mes
- Cuota con individualización de consumo = 174.751 € * 0,03 / 12 meses = 436 €/mes
Ventajas e inconvenientes de la individualización de consumo con calefacción central
Ventajas de la individualización del consumo
- Cada vecino sabe cuánto consume
- Se puede actuar directamente sobre el consumo
- Cuando la vivienda no está ocupada no tiene porqué pagar consumo
- Ahorro en la factura del gas
Según fuentes como el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), al individualizar el consumo de un edificio con calefacción central se consigue un ahorro superior al 30%.
Desventajas de la individualización del consumo
- Se puede reducir el confort porque ya no funciona como una unidad
- La temperatura de otras viviendas ya no respalda la de las demás (ejemplo, una vivienda vacía ya no proporciona calor a las colindantes)
- Supone un gasto inicial
- Si se instalan contadores hay que realizar actuaciones en las tuberías
¿Qué es la calefacción central?
La calefacción central es el sistema por el que toda una comunidad de vecinos tiene un mismo suministro de calefacción. Este tipo de sistema tiene dos características fundamentales:
- El servicio se activa de forma general en todas las viviendas a las misma hora y con la misma temperatura.
- El coste por el suministro de calefacción se reparte entre todos los vecinos del inmueble por igual
Este tipo de calefacción es bastante habitual en nuestro país, ya que facilita la gestión, acceso y control del suministro por parte de la distribuidora de gas, quien sólo ha de acceder al cuarto de la caldera común para hacer las comprobaciones periódicas necesarias y los cambios que sean solicitados por la comunidad.
Sin embargo, la calefacción central se ha visto perjudicada por el consumo excesivo de gas que se produce en muchas ocasiones. A este derroche energético contribuyen:
- El encendido automático de la calefacción aunque no haya personas en casa.
- La programación de la calefacción en meses en los que aún no es necesaria.
- Las válvulas de radiadores condenadas que no permiten regular la temperatura en cada vivienda.
Ventajas e inconvenientes de la calefacción central
La calefacción central, por lo general, es un sistema bastante ventajoso para todos los usuarios. No obstante, no es un sistema precisamente eficiente energéticamente hablando. Concretamente, podríamos decir que la calefacción central cuenta con las siguientes ventajas e inconvenientes:
Ventajas de la calefacción central
- Si utilizan gasóleo o propano, es realmente económica porque al comprar el combustible en grandes cantidades, resulta más barato.
- Favorece a familias con bastantes integrantes, ya que reparten el coste de su consumo con los vecinos.
- El mantenimiento corre a cuenta de los propietarios, pero su gestión se lleva a cabo de forma centralizada desde el cuarto de calderas.
- Tiene buen rendimiento, ya que no se enciende y apaga constantemente.
- No hace falta preocuparse por su encendido y apagado, ya que se efectúa de forma global.
- Es más seguro para la vivienda, ya que la caldera se encuentra en un cuarto exclusivo para ella y bien ventilado.
- Supone una gran ventaja a la hora de arrendar un piso, ya que es un aliciente para los futuros inquilinos.
Desventajas de la calefacción central
- En viviendas en las que viven pocas personas no resulta rentable, ya que pagan un sobrecoste por el consumo que efectúan sus vecinos.
- No se puede decidir el horario de funcionamiento, ya que está centralizado.
- Se paga igualmente por el servicio aunque no estemos en la vivienda para disfrutarlo (por ejemplo, en segundas residencias o si pasamos largas temporadas fuera de casa).
- En caso de avería en la caldera central, todo el inmueble queda sin servicio.
- Se produce un gran derroche de energía al estandarizar el suministro, independientemente de las condiciones de cada vivienda y estancia.
¿Cómo cambiar la calefacción central por calefacción individual?
Además de la individualización del consumo mediante repartidores de costes o contadores individuales, existe la opción de descentralizar la calefacción por completo. Esta es una operación cada vez más demandada por las comunidades de vecinos, ya que les permite contratar la tarifa de gas natural que prefieran.
En cualquier caso, para descentralizar la calefacción en un edificio es imprescindible realizar una obra de rehabilitación de la instalación por parte de una compañía instaladora. Esta obra puede llevarse a cabo de dos maneras, en función del tipo de instalación central que tenga el edificio:
- Cambio de instalación en anillo: que es el procedimiento más sencillo. Sólo es necesario instalar la caldera elegida en cada una de las viviendas y conectarla al sistema de radiadores correspondiente. Junto con la instalación del contador de gas individual, el cambio ya se habrá realizado.
- Cambio de instalación en columna: para el que es necesario convertir primero la instalación en tipo anillo. De esta forma se pueden reagrupar los radiadores de forma horizontal, diferenciando exclusivamente los que pertenecen a cada una de las viviendas y procediendo a realizar la modificación específica de la instalación en anillo.
¿Compensa cambiar de calefacción central a calefacción individual?
Generalmente, cambiar la calefacción central por calefacción individual no supone una mejora en eficiencia energética como tal. Sin embargo, sí que compensa económicamente al consumidor en determinadas situaciones.
La calefacción central compensa, sobre todo, en viviendas en las que habitan varias personas. Teniendo en cuenta el número de habitantes, el consumo de la caldera tanto para calefacción como para agua caliente sanitaria será mayor, por lo que resulta más rentable compartir este coste con el resto de vecinos.
Por lo tanto, el cambio de calefacción central a calefacción individual compensa en mayor medida a quienes, por el contrario, viven solos o en pareja, por ejemplo. En este caso, el consumidor se beneficia de pagar únicamente por lo que él gasta, independientemente de lo que hagan sus vecinos.
En cualquier caso, aunque en la vivienda resida un elevado número de personas, la principal ventaja de la calefacción individual de gas es que permite no pagar por la calefacción mientras no esté conectada, de forma que si pasamos temporadas fuera de casa por vacaciones u otras circunstancias, no habrá que abonar ninguna cantidad por el servicio de calefacción.
Ahorrar en el consumo de gas con calefacción central
Por lo general, ahorrar en el gasto energético es un objetivo común a todos los consumidores. Si bien es cierto que en las comunidades de propietarios los costes se reparten entre todos los vecinos, la posibilidad de ahorro no deja de ser atractiva para ellos.
También afrontan el pago por el consumo de gas en zonas comunes, las cuales no se incluyen en las facturas de gas individuales al uso.
En este sentido, ahorrar en el consumo de gas natural es fundamental sobre todo en invierno. Durante los meses más fríos se dispara el consumo de gas a través de la calefacción y del agua caliente.
La clave principal para ahorrar gas en la calefacción central es combinar el sistema central con un sistema de control individual, como los mencionados repartidores de costes de calefacción.
De esta forma, la conciencia de gasto beneficia al común de los vecinos, ya que se reduce considerablemente el derroche de energía. En cuanto al consumo efectuado por la propia instalación central, puede reducirse poniendo en práctica los siguientes consejos:
- Trucos para ahorrar en el gas de la comunidad
- Cambiar la caldera de la comunidad por una más eficiente, por ejemplo, una gran caldera de condensación.
- Establecer un sistema de baja temperatura para la calefacción, de forma que no haya un gran salto térmico entre el agua que sale y la que entra del circuito.
- Mantener una temperatura constante en la caldera de gas.
- Ajustar los tiempos de encendido y apagado, así como las fechas en las que empieza y acaba la temporada, en las que de verdad es necesaria la calefacción.
- Contratar una tarifa de gas natural para comunidades que permita ahorrar en alguno de los conceptos de la factura del gas.
- Comprobar el aislamiento de las zonas comunes para que el calor no se disperse rápidamente.