Calefacción individual de gas natural

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La calefacción es un elemento indispensable en la mayoría de los hogares españoles. Habitualmente, la calefacción funciona gracias a calderas de gas, que pueden surtirse de gas natural o de GLP.

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La calefacción individual permite al usuario disfrutar del calor en casa cuando lo necesite y a la temperatura que le resulte más agradable. La principal ventaja de este sistema es que permite que el consumidor controle en todo momento el encendido, apagado y regulación de su calefacción.


¿Para qué necesito tener una caldera en casa?

Un sistema de calefacción puede funcionar bien a través de un circuito de radiadores, por suelo radiante o gracias a una bomba de aire caliente. La caldera es la encargada de suministrar agua caliente a todos aquellos sistemas de calefacción que utilizan este recurso para funcionar.

La caldera de la calefacción puede funcionar a gas o por electricidad, y puede estar conectada tanto a un circuito de radiadores de calefacción por agua como a una instalación de suelo radiante por agua caliente. En estos casos, lo más habitual es tener instalada una caldera de gas, ya que el suministro eléctrico encarece notablemente la factura energética cuando se utiliza con este objetivo.

Tener una caldera es imprescindible tanto para disfrutar de calefacción en casa como para disponer de agua caliente sanitaria, que es la que se utiliza para los grifos de consumo: fregadero, baño, ducha...

¿Qué tipo de caldera individual puedo instalar?

La caldera individual de gas puede ser de diferentes tipos, según el mecanismo de funcionamiento que utilice para quemar el combustible, y de algunas prestaciones que puede ofrecer el aparato.

Por ejemplo, si queremos una caldera para calefacción y agua caliente sanitaria, será necesario instalar una caldera de gas mixta.

Por el contrario, si sólo necesitas la caldera para la calefacción, con una caldera simple será suficiente. Atendiendo a los demás factores, las calderas de gas pueden ser:

 Según la evacuación de humos

  1. Atmosféricas: que utilizan el oxígeno de la habitación donde se encuentran para hacer la combustión. Desde 2010 no se permite la instalación de este tipo de calderas, pero se pueden mantener en las viviendas donde ya estén. No obstante, se recomienda su sustitución por una caldera más segura y eficiente.
  2. Tiro forzado: que son como las atmosféricas pero evacuan los gases gracias a un ventilador interior.
  3. Estancas: que llevan a cabo la combustión del gas en una cámara interior cerrada herméticamente. De esta forma se asegura la ausencia de fugas de gas. Para expulsar los gases resultantes de la combustión cuentan con un conducto específico al que se dirigen con ayuda de un ventilador.
  4. Bajo NOx: que son las que reducen la formación de óxidos nitrosos (NOx) durante la combustión del gas, ya sea mediante la utilización de una temperatura más baja durante la quema del gas o a través del proceso de condensación.
  5. Condensación: que son calderas de bajo NOx que aprovechan el calor de condensación de los gases de combustión para seguir calentando el agua. Estas calderas necesitan un tubo de desagüe que recoja el agua de condensación producido durante el proceso. Son las calderas más eficientes porque al aprovechar el calor de la combustión necesitan menos gas para alcanzar los mismos objetivos.

 Llama piloto

  1. Con llama piloto: que son las calderas más antiguas, las cuales tenían un sistema de control de gas mediante una llama que permanecía permanentemente encendida para saber si el combustible estaba llegando correctamente a la caldera. Esto suponía un gasto extra de gas que, con el tiempo, se hacía bastante abultado.
  2. Sin llama piloto: las calderas modernas ya vienen sin llama piloto, tanto por el consumo extra que suponía este sistema como por la menor seguridad que implicaba. A día de hoy, las calderas contienen una pequeña luz led que la sustituye manteniéndose encendida cuando la caldera está en funcionamiento y recibiendo el gas correctamente.

 Acumulación

  1. Con microacumulación: que son las calderas que incluyen un pequeño depósito interior en el que almacenan agua a una temperatura estable para que por el grifo no salga agua fría directamente en lo que se va calentando el resto.
  2. Sin microacumulación: que son las calderas que no cuentan con este sistema de cobertura de agua caliente.

La caldera de condensación es la caldera más eficiente de todas, por lo que permite ahorrar en el consumo de gas y en los recibos de gas natural a medio plazo. Su precio es algo más caro, por lo que hay que contar con esta característica antes de decidirse por su instalación, pero existen numerosas subvenciones que ayudan a afrontar el coste de su instalación.

Cambiar calefacción comunitaria por calefacción individual

Tanto si vives en un piso como si tienes una vivienda unifamiliar, poseer un sistema de calefacción individual te permitirá tener el control sobre tu propio consumo de energía. Además, podrás disfrutar del calor tal y como tú quieras, con la temperatura que desees y en el momento en el que lo necesites.

En la mayoría de ocasiones, la calefacción individual permite al usuario ahorrar en sus facturas del gas. De hecho, a fin de regular el consumo energético que se produce en los hogares, diversas normativas estatales y autonómicas obligan a la instalación de dispositivos de medida individuales en los inmuebles en los que aún se utiliza la calefacción comunitaria, como en los edificios de viviendas.

Un ejemplo son los repartidores de costes de calefacción. Estos dispositivos se instalan en cada uno de los sistemas de calefacción de cada vivienda y registran cuál es el consumo de cada uno, de forma que cada usuario pague única y exclusivamente por el consumo que realiza.

Por otro lado, en la mayoría de Comunidades Autónomas existen planes renove de calderas para sustituir las calderas comunitarias por individuales, que sufragan parte de la compra e instalación de aparatos individuales y más eficientes, como las calderas de condensación. Para cambiar la calefacción central por la individual podemos hacer dos cosas:

  1. Combinar calefacción central y consumo individual: por la que se mantendría la caldera comunitaria y se instalarían dispositivos de control de la calefacción individuales. Estos dispositivos pueden ser válvulas termostáticas para radiadores, calorímetros o los propios repartidores de costes.
  2. Descentralizar la calefacción: es decir, reformar la instalación del edificio de forma que cada vivienda tenga su propio sistema de calefacción individual. La obra de rehabilitación será diferente en función del tipo de instalación que tenga el inmueble, y precisará la instalación de una caldera y un contador de gas individual para cada consumidor.

Ventajas e inconvenientes de la caldera individual

La caldera individual es realmente beneficiosa para quienes tienen el suministro de calefacción y agua caliente sanitaria en casa. Si bien es cierto que no influye en términos de eficiencia energética, el cambio a caldera y calefacción individual puede suponer un importante ahorro en las facturas del gas porque obliga a controlar en mayor medida el consumo de gas natural.

No obstante, en según qué casos, la instalación de la caldera individual puede tener una serie de ventajas añadidas, o incluso de inconvenientes.

Ventajas Inconvenientes
  • En viviendas con pocos integrantes, compensa económicamente, ya que se paga únicamente por lo que se consume
  • Se puede controlar el tiempo de calefacción de forma personalizada
  • La calefacción se puede encender y apagar cuando se desea
  • Si se dispone de válvulas termostáticas, se puede elegir en qué habitaciones activar la calefacción
  • Permite regular la temperatura
  • Evita disputas entre vecinos por el consumo excesivo de otras viviendas
  • Si no se utiliza el gas por estar fuera de casa, no habrá que pagar por un servicio que no se consume
  • En pisos de familias con muchos miembros, se pierde la ventaja del coste compartido de agua y calefacción con el resto de vecinos
  • El mantenimiento es responsabilidad directa del consumidor
  • Es necesario instalar la caldera dentro de la vivienda, con el consiguiente espacio que ocupa

¿Quién me instala mi caldera individual?

La instalación de calderas individuales debe realizarse por técnicos instaladores expertos. En el caso de las calderas de gas este aspecto es aún más importante, ya que la instalación de gas natural precisa tomar las medidas de seguridad necesarias para garantizar su correcto suministro, comprobando que no se produzcan fugas y que todas las conexiones están bien realizadas.

INSTALA TU CALDERA DE GAS NATURALSi quieres tener tu propia caldera de gas natural en casa, rellena el formulario para instalaciones de gas y te ayudaremos a gestionar la operación.

En caso de que sea tu primera instalación de gas, deberás realizar tanto la Instalación Receptora Individual (IRI) como la Instalación Receptora Común (IRC), si vives en un edificio. Si lo que necesitas es hacer un cambio de calefacción central a individual, debes ponerte en contacto con la distribuidora de gas de tu zona, ya que habitualmente éstas realizan las obras necesarias para esta modificación.

Sea cual sea el caso, una vez realizada la nueva instalación, la empresa instaladora debe emitir el Certificado de Instalación de gas natural, que garantice el buen estado de la instalación y el correcto funcionamiento tanto de la canalización como de los aparatos conectados.

Ahorrar en el consumo de la caldera de gas

Para ahorrar en el consumo de la caldera de gas es fundamental contar con el tipo de caldera más eficiente. Como ya hemos comentado, las calderas que permiten reducir el importe de los recibos del gas.

No obstante, existen otras recomendaciones que se pueden poner en práctica para conseguir ahorrar en la calefacción de gas y en el consumo de la propia caldera.

  • Cómo ahorrar en el gas natural
  • Mantén estable la temperatura tanto de la caldera como de la calefacción. Para la calefacción, entre 19°C y 21°C durante el día y entre 15°C y 17°C durante la noche será suficiente.
  • Utiliza termostatos inteligentes si tienes la posibilidad. Con ellos podrás regular tanto la temperatura como el encendido y apagado de tu calefacción de forma remota para, por ejemplo, apagarla si te la has olvidado encendida al salir de casa.
  • Purga los radiadores antes de que comience la temporada de frío para que funcionen correctamente.
  • Realizar la Inspección Obligatoria del Gas cada 5 años (4 en el País Vasco).
  • Hacer la Revisión Obligatoria de la Caldera cada 2 años.
  • Acortar el tiempo de ducha con agua caliente.
  • Haz la limpieza interior de la caldera todos los años para evitar que se acumulen residuos del agua.